No hace mucho tiempo el Inter se coronó como rey del Olimpo de los Dioses tanto en Italia como en Europa. Cinco scudettos consecutivos (desde la 05/06 hasta la 09/10), una Liga de Campeones (09-10) y diversas copas nacionales son trofeos al alcance de muy pocos en un periodo tan corto de tiempo (escasos 5 años). Por desgracia, a día de hoy el Inter no es ni un 10% de lo que llegó a ser aquel Inter. En este post lo que pretendo es, desde mi punto de vista, analizar su situación y como enfocan la temporada que comienza.
09/10: El Inter se coronó rey de Europa con José Mourinho a su cabeza
Pongámonos en contexto; verano de 2013. Tras una crítica segunda vuelta, el Inter termina la Serie A 12/13 en noveno lugar, por detrás de todos sus rivales. El proyecto de Stramaccioni (ya destituido) no encuentra rumbo y sus pilares fundamentales (Cassano, Milito, Palacio, Cambiasso..) caen lesionados. A Strama le toca tirar de jóvenes sin experiencia para saltar a un terreno de juego tan exigente como lo es el Meazza (Kovacic, Ricky Álvarez…) y cambiar esquema, mecanismos, etc.
Por la causa, Kovacic, que había llegado en invierno, empieza a asumir cada vez más protagonismo y a adoptar la posición de regista que tanto le gusta. El jóven croata tiene un futuro tremendo y el Inter lo irá puliendo con el paso del tiempo. A la par, Ricky Álvarez empieza a hacer cada vez mejores partidos como único hombre en la delantera, convirtiéndose en el salvavidas al que tuvo que aferrarse el Inter. Pese a ser bastante ‘fallón’ se ganó el cariño de toda la hinchada neroazurra y la confianza del míster.
Lógicamente no fue suficiente y el Inter se hundió en lo más profundo. Temporada para el olvido. El caso es que, llegado a su cauce el final de la temporada, Moratti entró en acción con la intención de darle un giro (obligado) de 360 grados al proyecto.
De momento han llegado Walter Mazzarri (ex Napoli), Campagnaro e Icardi como fichajes más destacados y no se ha producido ninguna venta importante. Las bajas más sensibles podrían ser las de Cassano al Parma y Donati al Leverkusen y la vuelta de Gargano al Napoli, pero hasta el momento nada serio. La realidad es que el proyecto comandado por el experimentado Mazzarri es bastante interesante y tiene altas posibilidades de éxito.
Como lleva haciendo en todos los equipos que han pasado por sus manos, Mazzarri implantará su clásico 1-3-5-2. Si finalmente logran retenerlo, que tiene toda la pinta, el guardián bajo palos será Handanovic. Esta temporada ha sido una de las mejores de su carrera, lo que ha llamado a grandes de Europa a interesarse por él. Por delante suyo, Samuel en el centro con Campagnaro y Juan Jesús acompañándole en la zaga. Una de las características de Mazzarri ha sido esa, implantar la defensa de 3 en todos los equipos por los que pasa.
Cambiasso hará la función de regista con Kovacic y Guarín de escuderos. Por qué no decirlo, el centro del campo del Inter parece estar bastante bien poblado. Kovacic y Guarín son dos jugadores rápidos, verticales, que no pierden la posición y con buen tacto de balón. Harán mejor a un Cambiasso con cada vez menos gasolina. Álvaro Pereira y Nagatomo harán de carrileros.
El dilema viene en la delantera. Lo que está claro es que una de las dos vacantes la ocupará Icardi, reciente fichaje procedente de la Sampdoria. Si sigue creciendo con esta rapidez, el chaval firmará una campaña de escándalo. Guarín o Diego Milito pueden ser sus acompañantes en la delantera. Todo apunta a que lo será Guarín, que ha sido muy regular a lo largo del campeonato. Por desgracia a Milito le han perseguido las lesiones y se ha perdido casi toda la segunda vuelta. Así que lo dejamos momentáneamente en un Icardi – Guarín.
Ante todo el Inter tiene que tener paciencia. Está sumergido en un proceso que conlleva mucho tiempo pero que, si se lleva como se debe a cabo, tiene altas probabilidades de triunfar. Ante todo tienen que confiar, recuperar la confianza perdida. Por el bien del Calcio y del fútbol un grande como el Inter está obligado a resurgir. Tiempo al tiempo.
Carlos Abarca | @CAbarcaLluch
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