martes, 30 de julio de 2013

La transformación de la Roma

Una imagen vale más que mil palabras. Está, define lo que era la Roma de Zeman, y lo que han sido siempre los equipos del veterano entrenador. Equipos ofensivos llegados a un punto suicida, buscando ser el dominador con muchísimos efectivos por delante del balón, realizando una presión asfixiante al hombre y situando la línea defensiva cerca del mediocampo.
Roma-Parma
La Roma nunca terminó de consolidarse a pesar de ser el equipo más anotador detrás de la todopoderosa Juve, los numerosos riesgos a los que se exponían acarreaban una gran cantidad de goles encajados. 42 en 23 partidos.
Ofensivamente el equipo actuó de manera fantástica, como era de esperar con este planteamiento. Los laterales larguísimos ocupaban los carriles exteriores dejando libertada por dentro a Lamela-Totti. El primero completó una primera vuelta espectacular y de Totti que vamos a contar. En el mediocampo no existía alguien fijo, Bradley, Pjanic, Florenzi y Taschidis se intercambiaban dos puestos por delante de De Rossi(salvo con Taschidis en la que el Griego jugaba como “regista”)
El objetivo mínimo era conseguir plaza de Europa League considerando notable el jugar la Champions. Esa cantidad de goles recibidos les alejo de puestos europeos
Andreazzoli llegó dando más, sí, era posible. En su primer partido planteó una defensa de 3 con Marquinhos-Lamela de carrileros. El equipo era aún más ofensivo. No le fue mal, pero queriendo asegurar el puesto decidió arriesgar menos. Ese planteamiento inicial solo fue un espejismo de lo que iba a ser su forma de jugar.
El equipo se echó para atrás, con una defensa muy floja en el área, su rendimiento se vio más destacado cuando estuvieron adelantados, claro que siempre se enfrentaban a situaciones muy en desventaja. Su ataque fue mucho más lento y Totti se vio obligado a bajar hasta la base para retener el balón y organizar el ataque.
Al final el equipo no se ha clasificado para Europa, quedando 6º en Serie A y perdiendo la final de Copa ante su rival. El final de la temporada ha sido lamentable. Los resultados han sido malos y no se han conseguido los objetivos, pero lo realmente triste ha sido la derrota en posiblemente el derbi más caliente de Europa. Eso vale mucho, pero si encima es en una final… deja una sensación muy negativa. Además, al menos con Zeman la gente sentía emociones tras los partidos. Siempre ocurrían cosas y las victorias siempre eran mucho más valiosas. Con Andreazzoli esa pasión también se ha perdido, por lo que al final el cambio de entrenador no ha beneficiado en nada.

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