martes, 30 de julio de 2013

La caída de un Dios

Miccoli llorando Palermo
Se nos cae un mito, a Italia y al Palermo se les cae un ídolo. Miccoli, ese delantero bajito, anchote, con cara de tipo simpático y considerado como un Dios en Sicilia. Se ha venido abajo todo, ahora él es un traidor, ahora toda Sicilia le odia. Los motivos son espeluznantes.
La fiscalía le acusa de dos delitos y de colaborar con la mafia siciliana, con la “Cosa Nostra”. Todo esto a raíz de dos razones: la primera es su amistad con Mauro Lauricella, hijo de uno de los mafiosos más conocidos de Sicilia, Antonino Lauricella. En principio Mauro nunca había cometido ningún delito y era de sobra conocido que tenía una buena relación con Miccoli; la segunda, y determinante, ha sido la escucha telefónica interceptada por la policía donde se escucha a Miccoli hablando con Antonino Lauricella y tarareando “Quel fando di Falcone” (“Ese mierda de Falcone”). Giovanni Falcone fue un juez muy conocido en Italia por luchar activamente contra la mafia, la cual le asesinó..
Ahora Miccoli está en el punto de mira, acusado por acceso ilegal a sistemas informáticos para conseguir tarjetas telefónica limpias y por extorsión, los dos delitos ligados a la Cosa Nostra. Miccoli será interrogado por las autoridades y muy posiblemente saldrá culpable. Se ha metido en la boca del lobo.
Su contrato con el Palermo finaliza este verano, hace pocas semanas toda la afición pedía su renovación, ahora la hinchada le repudia. En el horizonte Miccoli ve una nube muy negra, en pocas semanas ha pasado de héroe a villano, de Dios a traidor. A todos nos llena de tristeza y a la vez de rabia y odio. Ya nadie le quiere y no hay vuelta atrás. La leyenda se hizo cenizas, el mito se esfumó.

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