martes, 30 de julio de 2013

Diego Laxalt: el último rastro de Strama

Logró el bronce en el Campeonato Sudamericano Sub-20 que se disputó de enero a febrero este mismo año en Argentina. Brillar en el once de la selección uruguaya le sirvió nada menos que para llamar la atención de un importante club europeo, y cuando supo de su interés, no tardó en dejar Defensor Sporting (equipo centenario de Primera División uruguaya) para embarcar en el joven proyecto de Stramaccioni (el fichaje se tasó en 2,3 millones de euros). Cuando fichó por el Inter de Milán en febrero de este mismo año, el “proyecto Strama” era por entonces objeto de la crítica feroz. Las dudas eran ya un habitual cada domingo, y el equipo que le acababa de fichar no representaba el contexto ideal para un mozalbete que llegaba al Viejo continente con la ambición de comerse el mundo. Sin embargo, él se mantuvo fiel en sus declaraciones alegando que soñaba con jugar al lado de los Zanetti, Milito, Gargano y Kovacic. Nacido en la costera Montevideo, cosecha del 93’, hoy conocemos a Diego Laxalt.
Diego es adolescencia. Disfruta de la vida corriendo, no encuentra la pausa para pensar. Patea y sigue buscando alternativas. Al término de los 90 minutos le sigue faltando césped por el que correr. Cuando se apodera del balón su derecha sólo le sirve de apoyo, utiliza la zurda hasta para rascarse. Su habilidad con el esférico es inversamente proporcional a la calidad en el pase. A corta distancia no tiene demasiados problemas asociativos, es a la hora de colgar balones (o en los pases de larga distancia) cuando más florecen sus carencias. No tiende a hacerlo, pero cuando dispara a puerta recurre a la fuerza para sorprender al portero. Sabe que estas son sus armas a mejorar.

Zona de influencia
Su zona de influencia habla muy bien de su capacidad de sacrificio. Su filosofía de juego no le permite dar por perdido ningún balón.  Si parte desde la banda, puede ser un muy buen recurso para aquellos entrenadores que busquen revolucionar el tramo final de un partido, buscar clarividencia en los metros finales o romper una defensa correosa (el pan de cada día en Italia). Su partido contra Croacia en Turquía es un gran ejemplo de su funcionalidad (enlace). Fijaros cómo cambia la cara de Uruguay a partir del segundo tiempo (min. 2:20), a pesar de ser un mal partido de los charrúas.
Contra Uzbekistán (enlace) le vimos jugar en banda contraria a ratos. La rapidez con la que gira, arranca y dribla contrincantes es aplicable en ambas bandas, aunque encuentra mayor comodidad en su banda natural.
A estas alturas del verano, mientras disputa –y luce- el Mundial Sub-20 en Turquía, su intención no ha cambiado: quiere triunfar en la ‘Bienamada’. El único escollo es que el entrenador que decidió ficharle hace 5 meses ya no se ocupa de la próxima temporada. La apuesta joven de Andrea Stramaccioni tuvo su fin hace poco menos de dos meses, y ahora es Walter Mazzarri (ex napolitano) quien se encargará de todo lo que concierne a la 2013/14. Walter busca jugadores con oficio, atacantes que estén dispuestos primero a colaborar en defensa, para luego mostrar el talento arriba. Como ya hemos visto, si algo le sobra a Diego Laxalt es sacrificio y solidaridad con los compañeros de primera y segunda línea, ahora falta que Mazzarri dé el visto bueno. De lo contrario, equipos como Udinese (el cazatalentos del Calcio) ya suenan como posible destino.
@Xabint

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