martes, 30 de julio de 2013

Hablemos de una golosina: Antonio Candreva

Imaginemos que un niño cualquiera, del motón, tiene una golosina deliciosa y que el matón de su clase, el mas fuerte y con mayor poder intimidatorio del colegio, quiere robársela. Antonio Candreva (28 de febrero de 1987, Roma) es esa golosina. El niño se llama Società Sportiva Lazio y el matón de turno se podría llamar Milan, Juventus o incluso hablar un idioma que no sea el italiano. Pueden elegir. Anoche, tras el choque entre España e Italia, muchos vieron a un tío, con cierta barba de tres días, que estaba desbordando a un tal Jordi Alba en la banda derecha y se preguntaban ¿Quién es este hombre y de dónde ha salido?. Pues bien, hablemos de él.

Comenzó su carrera profesional en la Serie B en 2004 en el Ternana Calcio, un modesto club de la región de Umbría, situada justo en el centro de la bota. Sin demasiado que resaltar en tres temporadas, fichó por el Udinese en 2007 y el 27 de enero de 2008, con solo 20 años, hizo su debut en la Serie A en el empate a cero ante el Inter. Su temporada no fue buena, mas bien bastante negativa. Pasquemale Marino, entonces entrenador blanquinegro, le dio pocas oportunidades y solo jugó tres partidos con pequeños periodos de juego. En la 2008-2009 fue cedido al Livorno donde se adueñó del medio campo y donde consiguió el ascenso a la Serie A en la promoción. Su importancia provocó su cesión otro año más y en 2010 el Udinese lo cedió a la Juventus, quienes acordaron su derecho a compra. El Livorno recibió un millón de euros por el traspaso.
El 23 de enero de 2010 debutó en la victoria juventina ante la Roma, 1-2, club del que, curiosamente, era tifosi desde niño. El 21 de febrero marcó su primer gol en la Serie A, dándole la victoria a la Juventus en Bolonia (1-2). Esa temporada debutaba en Europa ante el Ajax. El club de Turín decide no retenerlo al final de temporada, vuelve al Udinese y al siguiente curso es cedido al Parma con la mitad de su ficha como opción de compra. Marcó tres goles, uno de ellos en la victoria por la mínima de su equipo ante el Bari. Su posterior etapa en el Cesena es muy breve, con 17 titularidades y tres goles en su casillero.
candreva
Es en enero de 2012 cuando la Lazio se hace con su polémica cesión. En la victoria del 1 de febrero ante el Milan, sustituye a Hernanes en el 88′ de juego entre silbidos del público laziale, que no parecía perdonarle su apoyo al eterno rival cuando era un “bambino”. Juega trece partidos hasta final de temporada y marca tres goles, ante Nápoles, Novara e Inter, y da una asistencia de gol. Ese verano renueva su préstamo con el club laziale por 1’7 millones de euros. En esta temporada recién concluida ha conseguido ganarse la confianza de Pektovic jugando 49 partidos, 43 de ellos como titular, marcando 7 goles y dando 13 asistencias de gol. Su importancia en el once ha ido aumentando según las circunstancias. A mitad de este actual mes se conocía el derecho de opción de compra de la Lazio, comprando el 50 % de su ficha al Udinese.

Con la Nazionale, su papel ha ido en ascenso desde que debutaría con la sub-18. Participa en las Olimpiadas de Pekín gracias a la lesión de Tommaso Rocchi y en 2009 es convocado para el Europeo de Suecia sub-21, donde Italia es eliminada por Alemania en las semifinales. Con solo 22 años, debuta el 14 de noviembre de 2009 con la absoluta de Marcelo Lippi en el empate a cero ante Holanda y está a punto de ir al Mundial de Sudáfrica, siendo excluido en la convocatoria definitiva de Lippi. El 16 de mayo de 2013 entró en la convocatoria de Prandelli para la actual Confederaciones.

Es un centrocampista completo; Es ofensivo, diestro y puede jugar de extremo, donde ha jugado esta última temporada en La Lazio. Una de sus mayores cualidades es el disparo de larga distancia. Es dinámico, con buena velocidad y excelente formación técnica para liberarse de rivales. Lo negativo: suele ser “chupón” cuando se empeña en acabar sus jugadas. Esta Confederaciones no ha jugado demasiado, pero ayer fue, junto a Maggio, de lo mejor de Italia. Fue una pesidilla para Jordi Alba y la mayor parte de las ocasiones italianas en el primer tiempo fueron centros suyos. El toque de frialdad a lo Panenca en su lanzamiento de la tanda de penaltis se lo dejamos a los Dioses.

Tiene 26 años, la importancia en su actual club aumenta, ha demostrado que puede hacer grandes cosas con su Selección y está a tiempo de convertirse en un enorme jugador italiano. Quizá sea justo decir que cuando explote merezca ir a un grande, y en eso la Lazio debe saber saborear su golosina, conservándola para sus intereses deportivos y ofreciendosela al grande en el momento preciso, cuando la oferta sea la adecuada.
Miguel Vera Díaz | @MiguelRhunArmy

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